animal coming alive.
© Theme made by sherlocks
.
domingo, 27 de febrero de 2011 | 13:31 | 0 comments


                                               WinterGirls (Frío.)

Un panecillo de trigo (96), dos coles de Bruselas mantecosas (35), cinco champiñones (25). Lia cuenta las calorías que la mujer de su padre le obliga a digerir casi cada día, permanece congelada en un cuerpo del que no está orgullosa en ningún momento, se encuentra sumergida en pensamientos que le hacen hundirse en un gran pozo oscuro, cada vez más hondo. 

Lía era una chica normal al menos en los tiempos en los que ella vivía con sus padres, tenía una reputación normal en el instituto, una mejor amiga y sueños por delante, los cuales estaba deseosa de cumplir. En cada momento Lía recuerda el pacto que hizo con Cassie, una promesa escalofriante y a la vez uno de sus mayores deseos: ser las más delgadas del instituto. Ahora todo ha cambiado, los problemas han incrementado en su vida, siendo la obsesión por su cuerpo lo más importante, las nauseas que le crea la comida y creer que el número perfecto en su báscula sería el 0. 

Tras la muerte de Cassie, en el instituto ha quedado un gran vacío, silencios incómodos cuando habla con su padre de ello, preocupaciones por que ella siga su mismo camino. Mientras estos sucesos ocurren a su alrededor ella solo puede recordar lo que sucedió aquella noche “Me llamó treinta y tres veces” no la cogió el teléfono, podría haberla salvado y no lo hizo… Una carga que lía lleva a su espalda amarrada a todas las demás de su día a día. Es evidente que tras salir de clínicas para no morir de anorexia, Lía tendría que haber mejorado, pero su delgadez es muy visible o al menos para algunas personas de su alrededor, pero su familia parece ver una persona que poco a poco se recupera, o en realidad no quieren ver la verdadera realidad. A pesar de sus obsesiones oculta sus pensamientos y asemeja llevar una vida normal, dar ejemplo a su hermanastra como su hermana mayor e intenta olvidar que ella podía haber salvado a Cassie, por lo cree que la muerte de la que era su mejor amiga es su culpa. Los recuerdos se agolpan en su cabeza, rememorando una infancia al lado de la que sería una adolescente perfecta pero que un simple idealismo las condujo por el camino equivocado.

La misión de su día a día es aparentar que ha comido, calentando la comida en el microondas y manchándose los labios, sin olvidarse de dejar el plato sucio y sin comida encima de la mesa, a pesar de lo sucedido Lía sigue sin poder abandonar esa vida que empezó con Cassie y la que seguramente fue la culpable de hacerla morir sola… Pero ella no se ha ido, aún no está del todo muerta o al menos para Lía, ya que siente como la observa, la mira y la pide que abandone la vida para reunirse con ella, para cruzar al otro lado. Lía tendrá que enfrentar su problema y el que tuvo su amiga ante el mundo real, contando con la presencia de Cassie y con sucesos en su familia que no se lo pondrá fácil. Elijah sabe más de lo que parece y será la motivación para Lía y una pequeña ayuda que quizás pueda serle útil para averiguar que le paso a Cassie y si tenía algún mensaje para ella.