VOS: -¿Por que tal vista del mundo que habitamos? ¡La diminuta edad que conllevas te resta puntos a favor! Infinitas eternidades sobran en los puntos de encuentro de la palma de tú mano. Tú mente debería encontrarse enfocada en el uso de tú futuro.

YO: -Ajá, ¿eso es lo que opinas?. Puede que tengas razón. Coexiste una mera posibilidad de que la opción de más valor que poseo sea la de retirarme del juego sin más, renunciar la partida, echar las cartas junto al mazo. De esa manera, la sencillez del plan se incrementaría ya que no tendría un objetivo por el cual luchar, sería en cierto modo libre, ¿verdad? ¿eso pensabas?. Lamento decirte que no me cabe una pizca de duda de que esa idea es errónea. Total y completamente incorrecta. La libertad la ganare cuando cometa una acción sin ser juzgada o advertida. Seré una individua libre cuando mi alma no conserve limite alguno, cuando las cercas se tornen en extensas praderas y la puesta de sol me pertenezca. Seguramente tú retorcido pensamiento consideraba que el alegre albedrío se obtenía construyendo un futuro con una carrera con un salario medianamente considerable, más todo lo que cosecha con un par de billetes en el bolsillo es un nudo rodeando tus caderas. Un enlace al compromiso que no produce más que una desapacible jaqueca. Nose lo que consideras, sin embargo para mi eso no se percibe como una sincera libertad sin ataduras. Y regresando a tú queja, cada uno de mis existencialistas pensamientos podrían ser capaces de socorrer el planeta tierra que pueblas. Sonara como una ingenua bobería, no obstante te prometo que en algún lejano día la reflexión sera bautizada como el apoyo del hombre.

(Un silencio sin oraciones se produce. Yo sonrío).

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