VOS: -Me caes bien porque tenes tú propia personalidad. No imitas a nadie, sos precisamente una persona fresca y nueva.

(Yo piensa como es eso posible, ya que amaneceres y anocheceres ella se la pasa considerando como actuar para ser aceptada por la sociedad).

YO: -Seras dulce. Te agradezco.

VOS: -De nada. ¿Entiendes la lógica? Es que ultimamente todo gentío que transcurre y vive diariamente no mantiene desemejanza alguna, y no es un dato verdaderamente absorbente. Tengo esa sensación de que, el tiempo sucede, y todo se acomoda con un rumbo cada vez más igualitario. No con justicia, sino con monotonía. No para provocar una simetría bondadosa y justiciera, sino como intentos de encajar. Produce una situación en tú mente. Un joven divisa a un muchacho completamente desigual, siente un desmedido respeto y grandes cantidades de admiración por el y, recomponiendo su psicología/sus formas, se clona en uno más de ese individuo.

(Yo reconsidera el veredicto, y encuentra el sentido).
YO: -Claro. Sinceramente, ese hecho también me satura. Aunque, a mi parecer, todos queremos vernos similares a alguien, no obstante no todos lo ponen en acción.

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